Con 13 años se cayó del puente del ferrocarril, en Cabanas, y estuvo dos meses en el hospital; ya competía en el Firrete, del que se declara «seguidor número un», un amor que comparte con el Eume y el Dépor; trabajó en varios países y regresó a su pueblo, donde ahora preside la comisión de fiestas: «Tirábame»
La situación lingüística en Galicia, las inteligencias artificiales y la peculiar devoción por el fútbol y por unos colores centran las reflexiones de esta semana de Carlos Luis Rodríguez