Padres ourensanos protestan por el cierre de las ludotecas en verano

Fina Ulloa
Fina Ulloa OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Algunas de las familias usuarias de la ludoteca del centro cívico de A Cuña
Algunas de las familias usuarias de la ludoteca del centro cívico de A Cuña Santi M. Amil

El gobierno local anunció que dejará de prestar el servicio en los centros cívicos

28 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La información de que el Concello de Ourense cerrará las ludotecas de los centros cívicos en verano ha puesto en alerta a varias decenas de familias usuarias de este servicio. La decisión del gobierno local la comunicó en una junta de área Ana Fernández, anterior concejala de Servicios Sociales (sustituida en la última remodelación de cargos por Tamara Silva). La entonces responsable de la concejalía dio el mismo argumento que justificó el cierre el verano pasado: que las actividades organizadas por Educación son suficientes para atender la demanda de las familias. Pero los usuarios discrepan. «Es inviable, no hay suficientes plazas para todos y ya lo pudimos comprobar en el 2023», asegura uno de los progenitores afectados por la medida.

«O que máis me afecta é na temporada que traballo de noites, porque nesas horiñas que o neno queda xogando na ludoteca eu podía aproveitar para durmir un pouco. Sen ese servizo só descanso no ratiño que durmo ao chegar á casa cediño pola mañá», relata Pilar. Su hijo tiene seis años Su hijo tiene seis años y explica que ella no consigue conciliar el sueño, ni se atreve a intentarlo, dejándolo a su libre albedrío y sin supervisión. «A ludoteca é un recurso moi importante para min porque sei que nese tempo teño a tranquilidade de que está atendido», insiste esta madre. Apunta que la decisión del gobierno local de cerrar este servicio en junio perjudica sobre todo a personas humildes, a las que no les sobran los recursos para pagar el servicio privado y que, en muchos casos, no tienen apoyo de parientes cerca. «Hai familias inmigrantes, pero tamén de españois que non temos aos pais á man para que nos axuden», comenta.

Durante el curso escolar las ludotecas municipales que funcionan en los centros cívicos de la ciudad abren por las tardes de lunes a viernes (desde las cinco a las ocho) además del sábado desde las diez de la mañana a la una de la tarde. Hasta el 2023, a partir del cierre del calendario lectivo, a finales de junio, el horario pasaba a ser matinal durante todo el verano, llegando a dar servicio entre las nueve de la mañana y las dos de la tarde.

Sin embargo el pasado año el gobierno local decidió eliminar el servicio desde junio, algo que generó más de un quebradero de cabeza a muchos usuarios a los que no les quedó más remedio que afrontar el gasto extra de contratar a alguien que cuidara a estos pequeños en casa o pagar ludotecas y campamentos privados.

Fue el caso de Mariam. Esta madre, que explica que a pesar de que el argumento del Concello ourensano para el cierre era que ya existía el servicio que ofrecía Educación en los colegios, ella no fue capaz de conseguir una plaza. «Yo estoy sola ocupándome de mi hijo de siete años. Supuestamente, por ser víctima de violencia de género tendría prioridad en esa opción de los centros educativos o en la oferta de las bibliotecas, pero ni en una ni en otra me concedieron ninguna de las tres quincenas que solicité. La otra ya la tengo de vacaciones y lógicamente quiero estar con mi hijo y no la necesito», explica.

Esta ourensana opina que el problema es que los servicios que hay no llegan para todos. «Yo el año pasado solo logré, después de insistir y llorar, que me lo cogieran en el mes de julio en el Centro de Información a la Mujer. Pero en agosto tuve que contratar a una persona para que se pudiese quedar con él por las mañanas, porque yo trabajaba a media jornada. Este año que estoy a jornada completa no sé como me voy a arreglar», lamenta. Y es que a esta mujer no le salen las cuentas. «La economía de mi casa depende de mí. Tengo que trabajar para que salgamos adelante», razona.

Una treintena de padres de usuarios de esas ludotecas en los centros de Seixalbo, Colón, A Cuña y A Ponte han comenzado a unirse a través de un grupo de WhatsApp para reivindicar ante el Concello de Ourense el mantenimiento del servicio durante todo el año, como ha venido ocurriendo desde que se puso

«No entiendo por qué quieren quitar algo que ayuda a muchas familias trabajadoras»

Luz es otra madre ourensana afectada por ese cierre anunciado. «Para mí es un servicio muy importante, pero lo valoro más por él que por mi misma porque tiene TDHA y ese tiempo de socialización con otros niños en un entorno de ocio es muy importante» cuenta esta ourensana cuya jornada laboral comienza a las seis de la mañana y termina a las cuatro de la tarde. «El verano pasado fue, dicho en pocas palabras, una putada para el niño», dice. Cuenta que cuando se enteró de que la ludoteca cerraba ya no encontró plaza en otras iniciativas públicas. Explica que encontró una academia con actividades en julio cerca de casa. «Pagué doscientos euros por ese servicio de diez de la mañana a una y media de la tarde para que no estuviese toda la mañana encerrado. El resto del verano lo pasó en casa con su abuela, que aunque lo sacaba con ella a la compra o un ratito al parque, ya tiene una edad», apostilla esta mujer que asume en solitario el cuidado del menor tras separarse de su marido. «Pueden decirme que hay algún campamento gratuito al que puedo anotarlo pero hay que llevarlo allí y recogerlo y ni yo puedo por horarios, ni mi madre tampoco», razona «No entiendo cómo quieren quitarnos un servicio para el que hay demanda y que es muy necesario porque ayuda a muchas familias trabajadoras», se queja.