Se incorporó tras permanecer ocho meses en una misión en Somalia
11 ene 2024 . Actualizado a las 20:58 h.El comandante Javier Marcos Barreiro ha asumido el mando del Escuadrón de Vigilancia Aérea número 10 (EVA-10) en un acto militar celebrado en el acuartelamiento del monte Iroite que estuvo presidido por el general de división José Luis Ortiz-Cañavete Levenfeld, jefe del Sistema de Vigilancia y Control Aéreo. El nuevo responsable de las instalaciones tomaba así el relevo de Roberto Ruiz Rumbo, que ha pasado a la reserva después de cuatro años en el cargo. Lo hacía después de cumplir una misión de ocho meses en Somalia, donde se encontraba cuando se le comunicó el nombramiento, motivo por el que se retrasó su incorporación a la base.
Mientras que el relevo no se hizo efectivo, permaneció al frente de forma accidental la capitana María Seila García Benito, que fue felicitada tanto por el general como por el propio comandante por la labor realizada, no en vano ya asumiera las mismas funciones en cambios de jefatura anteriores y cuenta en su haber una experiencia de 18 años destinada en el EVA-10.
Después del acto militar que se desarrolló en el pabellón polideportivo del escuadrón y que incluyó la escenificación de la toma de posesión, el homenaje a los caídos y la revista de la tropa, así como el saludo a las autoridades presentes, el general José Luis Ortiz agradeció la asistencia y destacó que había sido un acto sencillo, pero muy significativo para la unidad. Calificó el EVA-10 y su entorno un marco incomparable y aseguró que había sido un privilegio para él haber encabezado la oficialización del relevo.
El general detalló el recorrido profesional de Javier Marcos Barreiro, que entró en el Ejército del Aire (EA) desde la base, como soldado en el 2004, «como tiene que ser, ya que así conoce el ejército en toda su amplitud». Fue en el cuartel general del EA, como conductor y mantenimiento de vehículos. Dos años después ingresó en la Academia General del Aire y en el 2011 tuvo su primero destino en el Grupo Central de Mando y Control, en Torrejón, donde inició sus labores como controlador e interceptación, «puesto importante no solo para conocer los aspectos técnicos de los radares, sino para que sirven y para que se utilizan todos esos datos», precisó Ortiz.
En el 2016, ya como capitán, Javier Marcos Barreiro se incorpora a la Academia Básica del Aire, en León, como profesor, donde ha permanecido hasta que en mayo del año pasado se fue comisionado en misión internacional a Somalia, por un período de ocho meses, donde ocupó cargos relacionados con la inteligencia.
Condiciones apropiadas
Para el general, el nuevo responsable del EVA-10 «tiene las condiciones apropiadas y más que suficientes para ejercer este mando, aunque sea en una unidad pequeña, pero que realmente abarca lo mismo que una grande. Tendrás los mismos problemas y satisfacciones», le dijo.
El comandante jefe del Escuadrón de Vigilancia Aérea número 10 agradeció las palabras del general y exclamó un «ya he llegado», y continuar: «Créanme que cuando salí destinado aquí en julio, para mí fue un orgullo, un privilegio. Soy consciente de que es una responsabilidad muy grande. Llevo todos estos meses deseando incorporarme, un poco por responsabilidad, ya que mi predecesor había pasado a la reserva en agosto».
El mando dio las gracias a la capitana Seila García porque durante estos meses «ha sido muy leal, me ha tenido siempre muy informado demostrándome su experiencia. Lleva aquí 18 años y conoce la unidad mejor que nadie». Admitió ser consciente de que esta nueva misión es un reto: «Vengo con mucha ilusión aquí, con muchas ganas de dar lo mejor de mí, hacerlo todo lo mejor que pueda y aprender de todos»
Situación estratégica para el control aéreo en la OTAN
El general José Luis Ortiz-Cañavete Levenfeld explicó a los asistentes a la toma de posesión del nuevo comandante del EVA-10 que la misión de la Jefatura del Sistema de Vigilancia y Control Aéreo que dirige es el control del espacio aéreo español, de forma que, desde unidades con controladores y equipamiento, se vigila que «nadie que esté volando lo esté haciendo sin control ni autorización, y en el caso de que haya dudas o se sospeche que exista alguna amenaza, tenemos un grupo de aviones de caza preparados para que en 10 o 15 minutos sean interceptados».
En esta labor, tienen un peso estratégico los radares «que son los ojos del sistema de vigilancia y control, y este del monte Iroite es uno de los 13 que tenemos en toda España, que aparte tiene una gran importancia estratégica porque quizás no esté enfocado hacia donde podría venir la amenaza, pero sí cubre una parte muy importante, de hecho ahora tenemos cometidos de vigilancia de vuelos rusos por todo el sistema de defensa de la OTAN».
El EVA-10 se puso en marcha en el año 1984. El general detalló que en sus más de cuarenta años de vida, aparte de su misión de vigilancia y control, ha colaborado con Administraciones del entorno y con otras fuerzas y cuerpos de la seguridad del Estado, citando expresamente las maniobras del año 2022, en las que participaron más de quinientos efectivos y medios de distintos ejércitos, o la colaboración en la operación Centinela Gallega para prevenir los incendios forestales, así como la presencia en actos a los que se son convocados en todos los municipios.
Autoridades
José Luis Ortiz-Cañavete Levenfeld afirmó sentirse impresionado por la gran cantidad de autoridades que se habían dado cita en la base en la toma de posesión de nuevo comandante «lo cual evidencia la importancia de esta unidad».
Asistieron la subdelegada del Gobierno, María Rivas; el general jefe de la Brilat, Alfonso Pardo; el coronel comandante militar de A Coruña, Emilio Juan Páez; el coronel jefe del Aeródromo de Santiago, Miguel Ángel Paredes; el coronel delegado de Defensa en Galicia, Antonio Bernal Martín; el teniente coronel interino de la Comandancia de la Guardia Civil de A Coruña, Fernando Pedreira; el comandante del Tercio Norte, Amancio Lavandeira; alcaldes de Noia, Boiro y Porto do Son; comisario de policía de Ribeira, Diego Amaya; mandos de la Guardia Civil en Barbanza, jefes de policías locales, empresarios y otros.