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Rehenes a remojo en alta mar, yihadistas capturados y cruceristas de paseo en el simulacro antiterrorista de A Coruña

C. Devesa A CORUÑA

SOMOS MAR

Centenares de miembros de cuerpos y fuerzas de seguridad trabajaron desde la madrugada hasta el mediodía en el operativo realizado en el puerto coruñés

03 may 2024 . Actualizado a las 14:31 h.

El puerto de A Coruña se convirtió este viernes en el protagonista de un simulacro antiterrorista a bordo de un barco que, aunque anunciado, pilló desprevenido a algunos ciudadanos que se acercaron hasta el muelle de Trasatlánticos atraídos por el amplio despliegue, con drones incluidos, Mientras, los cerca de 5.000 pasajeros de la nave italiana Costa Diadema, construido tras el siniestro del Costa Concordia en la isla del Giglio en el 2012, desembarcaban con normalidad.

El operativo, denominado Marsec-24 organizado por la Armada una vez al año, comenzó con la constitución del centro de coordinación en la Jefatura Superior de Policía de Galicia, órgano en el que se integran los distintos actores que tienen participación en la resolución de este tipo de incidentes, es decir, la Autoridad Portuaria, Salvamento y Seguridad Marítima (Sasemar), la Armada, la Policía Nacional, Capitanía Marítima de A Coruña, la Policía Local y la consignataria del barco, Pérez y Cía. «O dispositivo comezou cando, tras detectar o secuestro, o Grupo Especial de Operaciones, os geos, abordaron a nave», indicó Inés Amor, portavoz de la Policía Nacional, que apuntó que muchos ciudadanos escucharían los dos helicópteros desplazados en la zona, uno de los agentes y otro de Salvamento. Amor señaló que los policías intervinieron desde la patrullara de la Armada Atalaya. «Fixeron un intento de negociación pacífica, que non foi frutífero porque os secuestradores tiraron a dous reféns ao mar, que foron dous voluntarios da Cruz Vermella e que foron rescatados por Salvamento. Dentro da nave había outros feridos». Tras su intervención, el barco atracó de forma segura en el puerto coruñés.

Explosiones controladas y vertido al mar

Sobre los cruceristas, la portavoz del cuerpo de seguridad del Estado, comentó que, como el simulacro comenzó de madrugada «non se decataron, xa que a maioría estaban durmidos. Xa en porto, puideron saír con normalidade para facer excursións».

Así, mientras los turistas desembarcaban, más de un centenar de efectivos continuaban en el simulacro que, ya detenidos los supuestos secuestradores y liberados los rehenes, seguía en el muelle. «Como medida preventiva vamos a establecer una estación de descontaminación, porque podría tratarse de un grupo yihadista terrorista que tuviera algún tipo de agente químico o biológico», detalló Roberto, jefe de los tédax, que añadió que en total participaron 9 funcionarios de su equipo, apoyados por 4 policías de subsuelo, 3 guías caninos, 2 de ellos de la Armada, y 5 buzos.

Samba, la pastora alemana del Ejército, localizó el explosivo a bordo. El artefacto fue evacuado por los tédax, que procedieron a su detonación controlada con un robot. A los pocos minutos, tuvo lugar una segunda explosión «con un derrame controlado de una sustancia que imita al fuel, no tóxica, que contuvieron los buzos de la Armada», señaló el Jefe de los tédax. Viriato Riveiro, jefe de operaciones del Mando de la Fuerza de Acción Marítima en Ferrol (Marfer), explicó que «al salir del agua los submarinistas tuvieron que pasar por unas duchas de descontaminación instaladas en el muelle».

El ejercicio continuó en las dependencias policiales, «onde se tomou declaración aos secuestradores e as testemuñas», señaló la portavoz de la Policía Nacional, que añadió que posteriormente se hará un informe «para analizar se houbo erros e mellorar os protocolos de seguridade».