La empresa lucense Sabor Rural estrena una aplicación para conectar a los consumidores con las bodegas
28 abr 2024 . Actualizado a las 15:55 h.Con la máxima de que el turismo es una sociedad de la que todos somos accionistas, dado su peso en el PIB nacional, la empresa lucense Sabor Rural, liderada por José María Bourio, acaba de presentar una aplicación con la que pretende ir más allá de la mera venta de los mejores caldos gallegos. En la Casa de Galicia en Madrid y ante un auditorio rebosante, el veterano empresario explicó la gestación de Grandes VInos de Galicia (el nombre de la app, disponible ya para Android y Apple), como continuación natural de la tienda online (www.saborruralgalicia.com) en la que se puede adquirir todo tipo de productos y alimentos artesanales gallegos, desde quesos, conservas o embutidos, hasta vinos, orujos o dulces.
«Somos cinco socios y, en un mundo cada vez más digital, donde hasta las cartas de los restaurantes se han pasado ya a código QR, pensamos que había que ir más allá de la venta online, de una tienda digital. Y así nació la aplicación Grandes Vinos de Galicia», señaló. Añadió que, además, es «multicapa», es decir, «no solo reúne todas las denominaciones de origen (D.O.) de la comunidad y da información del vino, sino que también lo hace de las bodegas. Cuenta la historia de todos los que han decido apostar por la tierra».
Bourio subrayó que precisamente consideran a las bodegas y los bodegueros como un «pilar fundamental» para la siguiente fase del proyecto, en el que pretenden facilitar la conexión directa con los clientes «y sugerirles más que vinos, también experiencias, rutas, etc.». Porque el objetivo final del proyecto es facilitar que, a través de ese turismo enológico, se impulse definitivamente la recuperación de la bautizada como España vaciada, a la que el empresario lucense se refirió como «España estropeada», en referencia a una emigración secular que en el siglo pasado drenaba jóvenes hacia América y ahora lo hace a otros puntos. «Ya lo decía Castelao: "Este vaise, aquel vaise”. Él hablaba de la emigración a América, pero no ha parado. Mi hijo pequeño ha emigrado a Madrid. Pero los que estamos aquí estamos comprometidos porque Galicia tiene recursos: el primero, el vino, y tras él, el enoturismo, la rehabilitación de los pueblos abandonados en las montañas de O Caurel o en A Ribeira Sacra».
Bourio contó con la presentación del director de la Casa de Galicia, el también lucence Javier Vázquez, que hizo una semblanza de su trayectoria humana y empresarial, destacando su compromiso decidido -desde el emprendimiento digital- por mantener vivo el pulmón económico que es el territorio. «Estas bodegas nos están regalando todo lo que tienen, todo lo que han sido y todo lo que aspiran a ser; nos están regalando el pasado de Galicia, el presente de un sueño embotellado y el futuro de sus bodegas para mayor gloria del momento», enfatizó Vázquez, subrayando el espíritu del proyecto.
Precisamente para encarnar la parte emocional, pero tangible, de la iniciativa, estaba Juan Luis Vázquez, un joven bodeguero de Quiroga -una de las cinco subzonas en las que se divide la D.O. de Ribeira Sacra-, que relató cómo hace una década regresó a su pueblo para poner en marcha Casa de Outerio. Guió al auditorio por la bodega que dio sus primeros pasos en el 2019 y en torno a la cual acabó naciendo también un hotel boutique, Casa do Estanco, y el germen de un futuro chateau, a semejanza de los que salpican Francia, para lo que pretenden restaurar una casona abadonada del siglo XIV. Las singularidades de los viñedos que explotan -uno de ellos sobre una mina romana, Monte Furado, que dará también nombre a un próximo vino- son su gran apuesta. «Que podáis visitarlo hará que resurja el interés y que llegue la inversión para que el patrimonio no se pierda», indicó, reivindicando que el mundo del vino es también para emprendedores jóvenes, «que quieren recuperar su pueblo y su patrimonio, aunque sea endeudándose hasta las cejas».
Un patrimonio varietal único
Luis Buitrón, presidente de los enólogos de España y enólogo de Pazo de la Cuesta, en San Clodio, una de las bodegas más antiguas de España (la finca data de 1.608), completó la jornada haciendo un foto panorámica de las cinco D.O. de Galicia y sus cuatro IGP, ensalzando el «patrimonio varietal único» de sus 32.000 hectáreas de viñedo y deteniéndose especialmente en A Ribeira Sacra.
«Por cierto, quiero aclarar que el viñedo a la Ribeira Sacra no lo llevaron los romanos. Fueron los monasterios, en el siglo IX y X. Los bancales no son de la época romana. No tiene sentido inventarse cosas cuando hay más que de sobra con lo que tienes», bromeó, al hilo de los orígenes de la viticultura heroica.
En representación de la Mesa del Turismo, en la que invitó a integrarse al sector vitivinícola, Santiago Vallejo subrayó la importancia del sector, primera industria del país, que aporta más del 13 % del PIB y más de 50.000 millones de euros de saldo positivo a la balanza.
La jornada concluyó con una cata de diferentes caldos de A Ribeira Sacra y la invitación de José María Bourio a descargarse la nueva aplicación, augurando que con ella y con Sabor Rural de Galicia «nunca os faltará una buena copa de vino».