La emisora pública israelí «Kan» presenta una queja ante la UER por los abucheos a la cantante Eden Golan durante los ensayos
09 may 2024 . Actualizado a las 20:52 h.Miles de personas recorrieron este jueves las calles de la ciudad sueca de Malmö, escenario de la edición de Eurovisión de este año, para pedir la expulsión de Israel del festival por su ofensiva en la franja de Gaza. Pocas horas antes de que la participante israelí subiera al escenario en la segunda semifinal del certamen, varios miles de personas se concentraron en el centro de Malmö y recorrieron sus calles, convocados por la plataforma «Paren a Israel, por la paz y por una Palestina libre».
La manifestación recorrió durante casi dos horas las calles de la tercera ciudad sueca en población, de unos 360.000 habitantes, para finalizar en la otra punta de la ciudad. Junto a consignas habituales como «desde el río hasta el mar» o «Palestina libre» se escucharon otras criticando a la Unión Europea de Radiodifusión (UER) por no excluir a Israel del festival del mismo modo que hizo dos años atrás cuando Rusia invadió Ucrania.
La organización ha apelado al carácter apolítico del certamen, pero las voces críticas no dejan de subrayar el diferente trato ofrecido a los dos países que lideran sendas guerras.
La cantante Eden Golan, enviada por Israel para cantar su balada Hurricane, permanece gran parte del tiempo encerrada en su hotel para resguardarse de las protestas.
Entre sostenidos agudos que se convierten en lamentos, la propuesta musical de esta artista es una metáfora sobre la capacidad de resistencia ante las inclemencias, con una naturaleza lo suficientemente ambigua como para deslizar su mensaje sin arriesgarse a ser descalificado.
El de Eurovisión es un voto en positivo, es decir, a favor de los participantes favoritos y no de penalización y esto puede hacer que el importante apoyo de la población judía más allá de sus fronteras le garantice su pase a la final de este sábado.
La emisora pública israelí Kan, que organiza la participación de Israel en el festival de Eurovisión, ha presentado una queja ante la Unión Europea de Radiodifusión (UER) y ante la emisora pública sueca por los sonoros abucheos que durante un ensayo general de la actuación sufrió la candidata israelí.