Muere a los 17 años por una meningitis grave: ¿cuáles son los síntomas, cómo se diagnostica y qué tratamiento se debe seguir?

Laura Inés Miyara
Laura Miyara LA VOZ DE LA SALUD

ENFERMEDADES

CSD | EUROPAPRESS

La muerte de la gimnasta española María Herránz Gómez, de 17 años, por una sepsis meningocócica, ha puesto el foco sobre esta complicación de la infección por meningitis bacteriana

19 abr 2024 . Actualizado a las 10:47 h.

La gimnasta María Herranz Gómez, del club Ruditramp de Cabanillas del Campo, en la provincia de Guadalajara, falleció inesperadamente este jueves a los 17 años por una meningitis grave. La joven estaba ingresada en el hospital de Guadalajara para tratar la inflamación de los tejidos que rodeaban su cerebro y médula espinal. 

La noticia conmocionó a la comunidad. La muerte de la joven, que ya había sido convocada por la Federación Española de Gimnasia para competir en esta disciplina a nivel internacional, ocurrió de manera súbita y, según informó su entorno en un comunicado público, todo transcurrió en menos de 24 horas. Esto no es infrecuente en los casos de meningitis. Aunque la vacunación ha hecho que deje de estar entre las enfermedades más mortales, la meningitis aún tiene una tasa de mortalidad del 10 % y deja secuelas en más del 20 % de los supervivientes, según explica la Sociedad Española de Neurología (SEN). En muchos casos, los pacientes quedan con discapacidad motora o intelectual, sordera o epilepsia.

Qué es la meningitis

La meningitis es una enfermedad en la que las membranas que recubren el cerebro y la médula espinal (meninges) se inflaman, generalmente a causa de una infección. Las más frecuentes son las meningitis víricas, que no suelen ser las más graves. «Las meningitis graves que ponen en peligro la vida de los niños suelen ser las meningitis bacterianas, que, epidemiológicamente, son menos frecuentes», explica Marta Guillán, Secretaria del Grupo de Estudio de Neurología Crítica e Intensivista de la Sociedad Española de Neurología. También existen casos de meningitis causadas por parásitos, hongos, o causas no infecciosas, como reacciones químicas o alteración del sistema inmune.

En España, casi el 90 % de los casos de meningitis que se producen cada año son debidos a infecciones causadas por agentes víricos o bacterianos, según datos de la SEN. Los niños menores de 5 años y jóvenes entre los 15 y 24 años son los grupos poblacionales que con más frecuencia se ven afectados por esta enfermedad.

Cuando hay una meningitis bacteriana, actuar rápidamente es vital y puede evitar complicaciones. «Hay que diagnosticarlas rápido y tratarlas, porque requieren antibióticos. Si la pillas a tiempo, el paciente se pone bien. Y tenemos, a día de hoy, vacunas para prácticamente todas las bacterias que causan meningitis. No se puede generalizar, pero existen vacunas», señala Guillán.

En el caso de María Herranz, la enfermedad fue producida por la bacteria Neisseria meningitidis, el meningococo, que se considera una de las más peligrosas dentro de las meningitis. Es una infección bacteriana aguda y grave que, si bien en algunos casos se limita a infectar solo a las meninges, también se puede expandir a la sangre. Cuando es así, como fue el caso de la joven gimnasta, se denomina sepsis meningocócica y, en España, es la primera causa de muerte por infección en niños y adolescentes.

En este caso, se cuenta con la vacunación como principal arma preventiva de esta enfermedad, que representa a menudo un reto diagnóstico para el médico, ya que en sus fases iniciales puede ser indiferenciable clínicamente de un proceso infeccioso banal. La sintomatología inicial puede ser inespecífica o incluso presentarse con síntomas atribuibles a procesos virales comunes (dolor de garganta, dolor abdominal, diarrea). En adolescentes, el diagnóstico suele ser más tardío, lo cual puede conllevar un riesgo mayor de fallecer a consecuencia de la enfermedad meningocócica. Hay que tener en cuenta que más del 95 por ciento de los individuos que padecen enfermedad meningocócica están previamente sanos o, al menos, no se detecta en ellos una especial susceptibilidad a enfermar.

Diagnóstico y tratamiento

Para detectar una meningitis se tienen en cuenta, en primer lugar, los síntomas que el paciente manifiesta en urgencias o en consulta. «Fiebre y dolor de cabeza, rigidez de nuca, dificultad para mover el cuello, y luego pueden tener náuseas y vómitos acompañando al dolor de cabeza», detalla Pablo Irimia, neurólogo Coordinador del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología (SEN).

«Para diagnosticar la meningitis lo que habría que hacer es una punción lumbar, que es una prueba que consiste en extraer un líquido que tenemos en el cerebro y que discurre a través de la columna. Se extrae ese líquido a nivel lumbar y se estudia. Con esto se puede detectar el germen responsable de la meningitis», explica el neurólogo.

«Se sabe que son enfermedades que se asocian a mortalidad si no se tratan precozmente. Un 10 a 20 % de las personas pueden fallecer si tienen una meningitis grave», advierte Irimia.

Secuelas y complicaciones de la meningitis

Entre un 20 a 30 % de los pacientes pueden quedar con secuelas. Las más frecuentes son la sordera y, por otro lado, la afectación de otros nervios craneales que puede manifestarse con síntomas como la epilepsia. Para que no haya secuelas, la clave es el tratamiento precoz, explica Irimia.

«Si se produce una lesión de un nervio craneal, es muy difícil que se pueda mejorar. En los pacientes en los que queda como secuela una epilepsia, habría que tratar esa enfermedad que queda de manera permanente. Luego, puede ser que las meninges se queden más engrosadas y que el líquido que tenemos en el cerebro no se reabsorba del todo bien. A veces, eso produce un acúmulo de líquido en el cerebro y hay que tratarlo con medicamentos, o bien con alguna cirugía, para tratar de que ese líquido drene de forma adecuada», añade el especialista.

«Las secuelas se dan porque es una infección grave, entonces, si no se corta a tiempo, la inflamación de las meninges produce hipertensión intracraneal, es decir, que no circula bien el líquido cefalorraquídeo, que es el líquido que rodea el cerebro. Entonces, se ve comprimido y eso puede llevar a un coma. Aparte, esa inflamación de las meninges que rodean los nervios puede afectar, por ejemplo, al nervio de la audición, y producir sordera, que es una secuela típica de la meningitis», dice Guillán.

En este sentido, se trata, subrayan todos los expertos, de una emergencia médica, ya que del diagnóstico precoz y del tratamiento depende el pronóstico para los pacientes. El problema, además, es que la meningitis «se desarrolla en horas. En cuestión de horas, uno se pone muy grave. Entonces, por ejemplo, cuando afecta a lactantes, es difícil reconocer los síntomas, porque no pueden hablar. Y el niño tiene poca defensa ante una infección así de grave. Es una emergencia médica, porque es muy rápido ese desarrollo», explica Guillán.

Protocolo de acción

A raíz del caso de María Herranz, la sección de Epidemiología de Guadalajara ha activado los protocolos de actuación en casos de sepsis por meningococo. En este sentido, las autoridades sanitarias recomiendan a administración de quimioprofilaxis (uso de medicamentos para prevenir la infección y sus consecuencias) a los contactos estrechos lo antes posible, según ha informado la Junta.

Las personas que hayan estado en contacto estrecho con la joven pueden presentar un riesgo aumentado de desarrollar la enfermedad, sobre todo durante los diez primeros días tras la aparición del caso. Por esta razón, se aconseja el uso de estos fármacos de manera preventiva y rápida. La decisión de ofrecer la vacunación deberá plantearse cuando se tengan los resultados del tipo de meningococo.

Laura Inés Miyara
Laura Inés Miyara
Laura Inés Miyara

Redactora de La Voz de La Salud, periodista y escritora de Rosario, Argentina. Estudié Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario y en el 2019 me trasladé a España gracias a una beca para realizar el Máster en Produción Xornalística e Audiovisual de La Voz de Galicia. Mi misión es difundir y promover la salud mental, luchando contra la estigmatización de los trastornos y la psicoterapia, y creando recursos de fácil acceso para aliviar a las personas en momentos difíciles.

Redactora de La Voz de La Salud, periodista y escritora de Rosario, Argentina. Estudié Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario y en el 2019 me trasladé a España gracias a una beca para realizar el Máster en Produción Xornalística e Audiovisual de La Voz de Galicia. Mi misión es difundir y promover la salud mental, luchando contra la estigmatización de los trastornos y la psicoterapia, y creando recursos de fácil acceso para aliviar a las personas en momentos difíciles.