Un proyecto de Congalsa y Gradiant permite desarrollar un modelo de negocio 4.0
08 ago 2023 . Actualizado a las 14:24 h.Son un ejemplo de cómo la modernización tecnológica está en todos los sectores y lejos de destruir puestos de trabajo los crea. Congalsa arrancó a principios de los 90 especializándose en la elaboración de productos precocinados a base de pescado. La compañía de A Pobra fue uno de los beneficiarios del programa Fábrica Intelixente en anteriores ediciones. El objetivo de su proyecto fue desarrollar un modelo de negocio 4.0, interconectando producción y gestión. Se trataba de digitalizar toda la cadena de valor automatizando diferentes rutinas de trabajo: desde la gestión de mantenimiento hasta la planificación de las fabricaciones, «lo que se traduce directamente en un incremento en la competitividad y la rentabilidad de la empresa», explica la directora de Innovación de Congalsa, Mónica Cascallar.
Para embarcarse en este proyecto contaron con Gradiant y el resultado, apunta Cascallar, ha sido más que satisfactorio, «nos sitúa donde queríamos, en la vanguardia de un sector tan importante para Galicia como es el de la alimentación y demostrando que el modelo industrial 4.0 funciona». Es más, lejos del mito de que la tecnología destruye empleo se han vuelto más competitivos lo que permitió a Congalsa crecer y acceder a nuevos mercados aún en tiempos convulsos, «ampliando la plantilla estos años de proyecto, somos un ejemplo de que la tecnología genera empleo». El proyecto arrancó en agosto del 2019 y finalizó en diciembre del 2022. La previsión inicial era rematar en junio pero la pandemia obligó a retrasar unos meses este ambicioso plan que se acercó a los cinco millones de presupuesto, de los que 2,3 millones fueron fondos Feder de la UE a través del programa de la Xunta.
El modelo 4.0 se aplica a todas las fases de producción de esta empresa. Una gran parte de la planta cuenta con sensores y hay sistemas para monitorizar en tiempo real diferentes datos de procesos de la compañía. Se perfeccionaron las metodologías de análisis de datos para predecir comportamientos de precios de materias primas o de ventas de productos. También se han incorporado tecnologías que ayudan a la empresas a la prevención de potenciales ciberataques y se implantarán sistemas inteligentes de visión de diferentes productos que ayudan, por ejemplo, a que los operarios realicen más eficazmente su labor, así como tecnologías de realidad aumentada o impresión 3D. Todo sin olvidar una premisa: la sostenibilidad, reduciendo el consumo energético con varias medidas que evidencian que una empresa de alimentación puede apostar por la tecnología, incentivando así un ecosistema de innovación colaborador entre diferentes empresas, centros tecnológicos y de conocimiento.