El precio de la vivienda ha subido casi dos veces más rápido que los salarios de los jóvenes desde el 2015

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Tomàs Moyà | EUROPAPRESS

Su situación laboral, marcada por la parcialidad y la intermitencia en el empleo, dificulta el acceso a una hipoteca

30 abr 2024 . Actualizado a las 14:41 h.

«En los últimos años, la capacidad de los jóvenes para adquirir una vivienda en propiedad se ha visto limitada por su situación en el mercado de trabajo», asegura el Banco de España en su informe nacional del 2023, en el que constata que cada vez les resulta más difícil poder acceder a un inmueble, ya sea en compraventa o alquiler. 

Más de dos de cada diez jóvenes de menos de 29 años estaban en paro al cierre del año pasado. Y uno de cada cuatro con empleo trabajaba a tiempo parcial. Unas condiciones difíciles para poder firmar un crédito hipotecario o un contrato de alquiler. 

Y no solo la intermitencia o precariedad del trabajo está pesando en sus expectativas. También los salarios se les están quedando escasos. Mientras el sueldo bruto de los jóvenes entre 16 y 34 años creció un 25% entre el 2015 y el 2022, el precio medio de la vivienda se ha disparado un 42% y los alquileres un 28,5%. «En suma, en los últimos años, estas dinámicas de los precios inmobiliarios y la situación de los jóvenes en el mercado laboral español, junto a la prudencia de las entidades financieras en la concesión de crédito hipotecario, habrían dificultado el acceso de este colectivo a la financiación necesaria para adquirir una vivienda en propiedad», reza el documento. 

Ante la barrera infranqueable que se interpone entre ellos y una hipoteca, la mayoría han optado por bucear en el mercado del alquiler, contribuyendo, como apunta el organismo a un «notable desplazamiento de la demanda de vivienda de los jóvenes hacia ese segmento», única alternativa habitacional que les queda. 

En estas circunstancias, y aunque el esfuerzo que supone el gasto en vivienda para los hogares que residen en régimen de alquiler ha disminuido durante la última década, el peso que supone para los colectivos con rentas más bajas, como el de los jóvenes, «es sustancialmente mayor y se ha incrementado durante las dos últimas décadas». Así, en la actualidad, el pago del alquiler se lleva el 45% de su renta bruta (a fecha del 2022).