Amigos de Lalín y Cabo da Cruz avanzan en la consolidación de un intercambio gastronómico
LALÍN
Javier Faílde es un carnicero de Lalín que ha hecho de Cabo de Cruz su lugar de vacaciones, lo que no es nada extraño, porque la población del municipio de Boiro tiene playas excepcionales, un coqueto puerto deportivo, es la capital del mejillón, no está masificado y, por encima, ha trabado amistad con el vecindario hasta tal punto que llegó el día en el que se planteó que había que estrechar lazos y él fue el primero en dar el paso organizando un cocido —¿Qué otro manjar podía ser siendo de Lalín y regentando la carnicería que lleva su nombre, en el lugar de Prado?—. Y allá se fue el pasado invierno una delegación de la parroquia de O Castro que regresó con la intención de devolver tan agradable encuentro con el buen comer como protagonista.
Como en un partido de fútbol, en el encuentro de vuelta lo locales jugaron con ventaja y los de Cabo de Cruz remontaron brindando un menú a base de mejillones, almejas, berberechos, pulpo y raya en un banquete que tuvo lugar en el chiringuito de José Benito, en Carragueiros, en el que se dieron cita cincuenta personas, veinticinco de tierras de Deza y otras tantas de la zona de Barbanza, frente a las treinta de la cita de ida.
Por la parte de la zona dezana, además del propio Faílde, acudieron conocidos empresarios como José Toimil, de Grúas Toimil; José Lázara, de Autocares Santiago; Pedro de Prado e incluso Paco Vilas, del histórico restaurante Vilas; mientras que jugaban en casa Manuel Fajardo Chicolino, el párroco Marcelino Barros, el ex alcalde de Noia Tono Insua; el concejal del PP Fernando García, entre otros, que se retaron a otro intercambio de ida y vuelta con la próxima parada en el mes febrero en Lalín.