La marea naranja, el motor del ascenso de un Leyma Básquet Coruña histórico

Josema Loureiro / P. G. REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Marcos Miguez

Las grandes entradas en el Palacio y los desplazamientos de la afición naranja, un activo al alza para el cuadro herculino

11 may 2024 . Actualizado a las 10:41 h.

La comunión entre la afición y los jugadores ha sido un factor clave en el primer ascenso del club naranja a la Liga ACB. Si bien la eclosión se hizo esperar, el apoyo de la marea naranja hizo realidad el lema de la campaña de abonados: «Hagamos historia».

La impresionante secuencia de doce victorias seguidas del Leyma Coruña avivó definitivamente el entusiasmo de sus seguidores. La chispa se encendió con el partido contra San Pablo Burgos en febrero, que atrajo a más de tres mil aficionados a O Forno de Riazor. Desde ese momento, la asistencia ha sido sólida y constante.

El punto álgido de la temporada en cuanto a hinchada se vivió frente al Estudiantes, con las gradas del Palacio acogiendo a más de 4.200 espectadores, incluyendo una pequeña representación de La Demencia.

Es digno de señalar el apoyo al club para el partido contra el Gipuzkoa en O Forno, donde, incluso en un día laborable, más de 2.500 seguidores animaron al equipo coruñés.

La pasión de la afición naranja también se ha manifestado en varios desplazamientos por España. Comenzó con un modesto grupo de 60 seguidores hacia Torrelavega (en un autobús fletado por el club), cita especial por tratarse de la reedición de primer desplazamiento de la campaña 2022-2023, seguido por una marea de 500 en el WiZink Center para la Copa Princesa.

La expedición a Logroño, llena de dificultades meteorológicas, contó con más de 50 personas, El viaje a Ourense, donde el Pazo Paco Paz recibió a más de 400 aficionados naranjas en cuatro autobuses fletados por el Leyma (dos por la mañana y dos a la hora del partido), marcó el segundo mayor desplazamiento de la temporada.

El viaje a Oviedo de la antepenúltima jornada de liga presentó desafíos para el club naranja. El aforo del pabellón de Pumarín es de poco más de 1.000 plazas, motivo por el que las entradas para la afición visitante quedaron limitadas a alrededor de 100, si bien en un inicio iban a ser todavía menos.

No obstante, la presencia significativa de aficionados con indumentaria naranja sugiere que la cifra real podría superar los 150.

El lleno absoluto en el Palacio de los Deportes de Riazor ante el Castelló, tercer «no hay billetes» de la temporada, fue la guinda del pastel para una campaña histórica, y mostró una sensación que poco a poco ha venido convirtiéndose en un hecho: A Coruña quiere baloncesto.