Cerveza a cualquier hora y en todas partes: cómo A Coruña se convirtió en «la ciudad de las dos cañas»

VIVIR A CORUÑA

EDUARDO PEREZ

Las terrazas de los bares herculinos lucen repletas de alcohol a horas en las que antes se tomaba el café. La pandemia cambió unos hábitos que han quedado instaurados y que acarrean no pocos peligros

27 mar 2024 . Actualizado a las 17:08 h.

Un alcohólico en recuperación desde hace diez años explica que existen «bares de borrachos». Esos donde se cobijan quienes abren la veda con un destilado bien temprano, y huyen de las miradas de rechazo, lástima o superioridad moral de los vecinos que toman café con churros. Después están esas terrazas en las que cuando llega el buen tiempo las cañas empiezan a desfilar a horas antes impensables. En A Coruña, basta con dar una vuelta por la Marina o la plaza de Vigo antes de las 12.00 horas para descubrir que se ha roto el contrato social que impedía beber antes del mediodía.

Algunos hosteleros del centro de la ciudad alertan de que esta postal la favorecen esos cruceristas, sobre todo británicos, «que ya sabemos que son más madrugadores con esto del alcohol». Pero otros creen que es una consecuencia directa de la pandemia. «Con las restricciones del covid cambiaron los horarios, y la hora del vermú tomó fuerza y el hábito de quedar antes de comer llegó para quedarse. Ahora no se toman tantas copas de noche, y si se toman son menos y de más calidad; pero sí que se bebe más cerveza y en más franjas horarias», comenta uno de los consultados, que tiene un local en los soportales de la Marina. El responsable de un bar de la zona del Orzán tiene una visión similar: «Cada vez menos gente sale a emborracharse, pero nos hemos vuelto más cerveceros y vermuteros».

Desde Alcohólicos Anónimos Coruña advierten que normalizar el consumo de cerveza puede ser perjudicial por diversos motivos. «Hagas lo que hagas y vayas donde vayas hay alcohol, sobre todo cerveza. Tenemos ya la muletilla de decir incluso ''Hay que quedar para unas cañas'' cuando nos encontramos a alguien que hace mucho que no vemos. En A Coruña se bebe mucho, aunque también en el resto de España, y para una persona que tiene un problema con el alcohol o que está en período de recuperación esto es peligrosísimo», indican desde esta asociación. Además, añaden que en general la población es mucho más laxa con el vino, la cerveza y el vermú que con los combinados o cócteles. «Por eso, creo que sí está mal visto tomar cañas por la mañana, pero como a todos nos gusta y todos lo hemos hecho alguna vez, hacemos la vista gorda. Ahora bien, cuando alguien desarrolla una enfermedad, lo estigmatizamos y apartamos».

A Coruña es una ciudad eminentemente ociosa y conceptos como el tardeo o el afterwork no hacen sino romantizar el consumo de alcohol, sobre todo de baja graduación. El Ministerio de Sanidad es claro respecto a las cantidades que implican un riesgo: se disparan las alarmas en el caso de los hombres si consumen dos o más cervezas al día, y en el caso de las mujeres si toma al menos una caña a diario. Además, el departamento que ahora dirige Mónica García informa de que tres copas en el caso de los hombres y dos en el caso de las mujeres (en una horquilla de entre 4 y 6 horas) ya se considera consumo intensivo, acarreando posibles problemas cardiovasculares y efectos neuropsiquiátricos en el individuo.