Beatriz Iglesias, la universitaria de Muros con 28 matrículas y el premio extraordinario final

María Xosé Blanco Giráldez
m. x. blanco RIBEIRA / LA VOZ

MUROS

Beatriz (izquierda) junto a dos compañeros que obtuvieron el premio final en otras especialidades y dos profesores
Beatriz (izquierda) junto a dos compañeros que obtuvieron el premio final en otras especialidades y dos profesores cedida

Acabó el grado de Márketing y Comunicación Corporativa en la Universidad de Navarra con un 9,36 de media

04 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El esfuerzo y la dedicación suelen tener su recompensa, sobre todo en lo que a los estudios se refiere. Lo sabe Beatriz Iglesias Pérez (Muros, 2000), que acabó el grado bilingüe de Márketing y Comunicación Corporativa en la Universidad de Navarra con un expediente de lujo: 28 matrículas de honor, una media de 9,36 y el premio extraordinario de fin de carrera. Sobre este galardón que asegura que le llegó por sorpresa, no duda al reconocer que fue «la guinda del pastel, un broche a una experiencia fantástica».

Así describe la joven muradana su paso por la universidad. Asegura que fue el buen ambiente el que desencadenó su brillante expediente: «Ha sido, en parte, gracias a los profesores, por su disposición, dedicación y buen nivel docente». Tanto le facilitaron las cosas, que asegura que finalizó el grado sin sentir que había hecho un esfuerzo especial, aunque reconoce haber estudiado mucho.

En el instituto Fontexería de Muros, su tierra natal, Beatriz Iglesias cursó secundaria y bachillerato, y poco podía imaginar en aquella época que acabaría decantándose por el mundo de la comunicación. Y es que lo suyo entonces eran las ciencias. Un programa que vio en televisión cambió radicalmente sus preferencias: «Anna Wintour hablaba de márketing y de cómo había llevado la revista Vogue a lo más alto. Me quedé prendada». Se puso a buscar información sobre carreras universitarias y dio con la Universidad de Navarra, que había implantado hacía poco el grado de Márketing y Comunicación Corporativa, por lo que decidió lanzarse: «Fue la mejor decisión que tomé».

Ahora, concluida la fase universitaria, la muradana hace balance de esa etapa, aludiendo a la consistencia, la perseverancia y la organización como las claves de un buen expediente, reiterando, en su caso, la implicación de los profesores: «Si los docentes se preocupan por los alumnos te motivan a la hora de estudiar y de esforzarte».

Entre números y letras

De todas las materias cursadas, Beatriz Iglesias se queda con las relacionadas con las matemáticas: «Me gustaron especialmente las que tienen que ver con las finanzas y eso que el cálculo nunca se me dio demasiado bien. Quizás por ello les puse más empeño y al final fue en las que mejor nota conseguí». Pero lo suyo es escribir y por eso en septiembre se embarcó, junto a un profesor, en un proyecto de investigación que está dando sus frutos en forma de artículos, publicados periódicamente, sobre los medios de comunicación y las redes sociales. «El último, por ejemplo, trataba sobre la controversia surgida en la Corte Suprema de Estados Unidos entre la libertad de expresión y la censura en medios», explica.

Compagina esta experiencia laboral con un máster en gestión de moda que está cursando en Madrid, en un instituto dependiente de la Universidad de Navarra: «Aunque cursé la especialización en comunicación corporativa, había empezado la de moda y márketing, por lo que me quedó clavada esa espinita y cuando salió este máster me animé».

Y hacia el sector de la moda le gustaría enfocar su futuro a nivel laboral: «Me encantaría trabajar en la sección de comunicación de alguna empresa del sector, si puede ser, un puesto relacionado con el márketing digital». De momento, se ha apuntado a un programa ofertado por Inditex que cumple sus aspiraciones, pero todavía no ha recibido respuesta alguna.

Con un futuro lleno de oportunidades por delante, Beatriz Iglesias tiene claro que su futuro está en España: «Sé que muchos jóvenes sueñan con irse al extranjero, pero yo creo que aquí hay muy buenas empresas y unas alternativas laborales fantásticas». Durante el período formativo aprendió que el esfuerzo vale la pena, porque está dispuesta a seguir poniendo todo su empeño para atrapar esas oportunidades.