La Policía Nacional de Ribeira izó la bandera del compromiso con la sociedad

Ramón Ares Noal
Moncho Ares RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

El responsable de la comisaria, Diego Amaya, recordó el papel del cuerpo

14 ene 2024 . Actualizado a las 17:01 h.

«Colosal obra colectiva construida a lo largo del tiempo por hombres y mujeres que han dado lo mejor de sí mismos». Así definió ayer la Policía Nacional el responsable de la comisaría de Ribeira, Diego Amaya, en la celebración del bicentenario de la institución y ante autoridades y representantes de otros cuerpos de seguridad del Estado, muchos de los cuales aguantaron estoicamente el acto bajo un aguacero que se autoinvitó a un acontecimiento en el que se dieron cita históricos como los ex inspectores José Díaz y José García, que precedieron a Amaya, así como Alberto Sampedro, que hizo de puente entre García y el actual comisario, al que correspondió ejercer como jefe de formación durante el izado de la bandera y el siempre emotivo homenaje a los caídos.

Amaya, en su intervención, recordó el origen de la celebración. Fue un 13 de enero de hace doscientos años, en tiempos de Fernando VII, cuando se promulgó la Real Cédula por la que se creaba la Policía General del Reino, que daba pie al primer cuerpo policial moderno de España, que establecía que los agentes actuarían en las ciudades de forma integral con la doble función de poner ante la justicia a quienes vulnerasen los derechos de los ciudadanos y garantizarían el bienestar y la seguridad pública, funciones aún hoy vigentes que marcan el funcionamiento de la Policía Nacional.

El comisario recordó que los primeros policías patrullaban a pie o, «como mucho», a caballo «y hoy utilizamos drones para cumplir con nuestros cometidos, y nos sumergimos en Internet para que el ciberespacio sea un lugar seguro». Diego Amaya señaló que a lo largo de los dos siglos de existencia, la policía ha servido de forma constante a los españoles, con diferentes denominaciones «pero siempre con el mismo espíritu de servicio». No obstante puso un punto de inflexión en el año 1978, cuando el cuerpo tuvo un papel fundamental para la consolidación y el fortalecimiento de la democracia en España.

Cometido constitucional

Fue en la era democrática cuando la Constitución encomendó a la Policía Nacional una misión «de enunciado sencillo, pero tremendamente sensible y complejo: proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la seguridad ciudadana», detalló Diego Amaya, que señaló que ha costado mucho cumplir con ese cometido y aquí recordó que centenares de policías fallecieron en el ejercicio de la encomienda y «188 han sido asesinados por el terrorismo, por defender los derechos y libertades en España. Siempre estarán en nuestra memoria y en nuestro recuerdo», añadió.

«Señoras y señores, la Policía Nacional ha trabajado por y para los ciudadanos, y lo ha hecho con entrega y eficacia, hasta convertirse, por méritos propios, en una institución sólida, útil y fiable», afirmó el jefe de la comisaría de Ribeira, quien agradeció que la sociedad a la que protegen valora el trabajo que llevan a cabo para proteger uno de los patrimonios de Galicia y del resto de España: la seguridad púbica y la convivencia pacífica.

Amaya dijo que el día del bicentenario era apropiado para que el cuerpo renovara su compromiso con los ciudadanos: «Estamos vestidos de gala para subrayar que llevamos doscientos años contribuyendo de manera decisiva a la seguridad de España, para reafirmarnos en el cumplimiento de nuestra misión constitucional, para honrar a los compañeros que ya no están y que tanto contribuyeron, para reforzar los valores que nos identifican y nos mueven, para celebrar que somos una gran familia, para renovar nuestro compromiso de seguir mejorando y ofrecer el mejor de los servicios», enumeró el mando policial.

Nueva delincuencia

El responsable del cuerpo en Ribeira se refirió en su discurso a la delincuencia, de la que dijo que no deja de reinventarse para cometer sus fechorías aprovechándose de las ventajas que da un mundo globalizado, pero frente a ellos antepuso la formación permanente de la Policía Nacional para el desempeño de una tarea que «nunca ha sido fácil», pero que se caracteriza por actualizarse y trabajar para seguir garantizando el bienestar de los ciudadanos: «Es una labor compleja y heterogénea que requiere dar respuestas consistentes y eficaces en muchos ámbitos».

Diego Amaya enumeró todos los servicios que presta la institución, desde la simple renovación del DNI hasta la atención y la lucha contra la violencia machista o contra los menores, empleando todo tipo de medios «para poner ante los jueces a quienes infringen las leyes».

Amaya aseguró que la estrategia que siguen es aprovechar el talento de los recursos humanos y fomentar la excelencia, con un liderazgo sólido que hace equipo, donde el trabajo de cada policía vale tanto como el de su compañero: «Somos un gran equipo, que actualmente cuenta con el mayor número de efectivos de nuestra historia, con las mejores condiciones laborales y retributivas que nunca, con una formación que favorece el servicio público gracias a la puesta en marcha de nuestro centro universitario de formación».

Para finalizar, el jefe de la comisaría dio la enhorabuena a todos los policías, tanto por la festividad como por la labor realizada y abogó por mirar al futuro uniendo esfuerzos: «Se nos exige mucho porque somos un puntal, una viga maestra para la seguridad de nuestros hogares y la tranquilidad en nuestras calles, pero en las tareas que tenemos por delante no estamos solos, contamos con el reconocimiento de la sociedad y del Ministerio».