El resplandor

Miguel Gómez EL ESCÁNER

ANDAR MIUDIÑO

LOF

10 may 2024 . Actualizado a las 00:31 h.

Me llamó por la mañana Manolo Reigosa para ofrecerme escribir esta columna. Me advirtió de que la tensión que iba a vivir podría suponer un grave problema y me contó el caso de otro columnista que vivió otra jornada similar y sucumbió a la fiebre de las cabañas. «Mejor no preguntes cómo terminaron él, su mujer y sus dos hijas». No pregunté por Charles Grady, serían demasiadas preguntas: ¿Soportarán los jugadores los nervios? ¿Seguirán en racha Timma, Dotson y Howard? ¡Qué bueno que viniste, Strelnieks! Ah, no, eso no es una pregunta.

El partido se inició con Dotson lastimándose en una mano, Pasecniks cometiendo dos faltas, Palencia fallón en el tiro y en el rebote y el Obra fallando en el tiro (3 de 11 en tiro de 2 en el primer cuarto), pero dominando el rebote ofensivo con Marek y Artem. 2-8 y primera vez que veo a un entrenador pedir una escalera en lugar de tiempo muerto, sería para llegar mejor al rebote. El partido se reanudó con un rebote ofensivo y canasta de Artem, pero Palencia, con un enchufadísmo Hands, igualó el marcador y llegó al final del cuarto 17-19. Ni las rotaciones ni la entrada de Timma al cuatro mejoraron los porcentajes de tiro santiagueses y Palencia fue encadenando algún triple (Ubal, Frankamp) con alguna contra tras recuperación para ponerse por delante. La desventaja, 3-5 puntos (38-33 al descanso), no era grave en sí, pero sí la horrible sensación de que la situación empezaba a superarnos y que estábamos ante uno de esos partidos en los que parece que, si algo puede salir mal, saldrá mal.

Insistió Moncho con el cuatro «pequeño» (Timma o Suárez) y el tercer cuarto se inició con el letón fallando un triple y Piñeiro anotando un 2+1. Con Marek al cinco el Obra cambiaba en el bloqueo central y así frenó el ataque de los locales hasta que Frankamp jugó sus mejores minutos como breoganista. En un momento en que el pim-pam-pum fue de sí, dos triples de Dotson y uno de Howard pusieron al Obra a un punto; pero seguíamos con más nervios que aciertos (para muestra, los dos tiros libres seguidos fallados por Scrubb).

Y entramos al último cuarto 57-55. Diez minutos por delante para ganar mucho o perderlo casi todo. Llegaron la cuarta de Timma, un air-ball que era su quinto triple fallado y un pase torero en defensa que lo mandó al banco con 61-55. Volvió Moncho a la pareja Marek-Artem el tiempo que tardó Marek en cometer su cuarta falta; mientras en ataque solo Dotson tiraba para meter y no por obligación. La zona 2-3 del Obra frenó en seco a Palencia y una canasta de Artem puso el 63-69 a falta de 3 minutos. Cayeron la quinta de Marek, el triple imposible de Dotson y la pérdida innecesaria de costumbre. Palencia echó una mano fallando tiros libres, la grada cantaba Camba, Camba (ídolo) y… El domingo la penúltima. «Jóvenes, eramos tan jóvenes».